Para Mario Gómez, «las acciones del Consistorio murciano contra Joven Futura es sólo un ejemplo más del fracasado modelo urbanístico que el PP ha puesto en funcionamiento en los últimos 20 años, con obras faraónicas y desmedidas que estamos pagando todos»
El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Murcia, Mario Gómez, ha manifestado su satisfacción, tras conocer la sentencia de la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Murcia que absuelve a los vecinos de Joven Futura del pago de 2,6 millones de euros que el Ayuntamiento de Murcia y Emuasa le pedían por el Plan de Infraestructuras Hidráulicas (PEIH).
A juicio de Mario Gómez, «la deplorable gestión que desarrolló el PP no debe ser pagada por los vecinos de Murcia. La autorización para construir Joven Futura sin cumplir con la Ley vigente es una fechoría más a la que nos tienen acostumbrados los viejos políticos. Deseamos que todo esto no repercuta negativamente en las arcas municipales, en los murcianos y en sus impuestos, puesto que le pedimos personalmente al alcalde, José Ballesta, que no recurriera el primer fallo».
Igualmente, el edil de la formación naranja ha recordado algunos ejemplos de la torpeza y desidia política del Partido Popular en los últimos años, como el aeropuerto de Corvera que supone un gasto diario para los murcianos de 22.000, la desalinizadora de Escombreras con una repercusión de 35.000 euros al día, así como situaciones similares a las de Joven Futura, como la anulación del Plan Parcial de Desarrollo Residencial del Sureste de Puente Tocinos, y los planes generales de Ordenación Urbana (PGOU) de Puerto Lumbreras y Aledo en el ámbito regional.
Para finalizar, el portavoz de Ciudadanos, «las actuaciones del Ayuntamiento de Murcia contra Joven Futura es sólo un ejemplo más del fracasado modelo urbanístico que el PP ha puesto en liza en los últimos 20 años, con obras faraónicas y desmedidas que estamos pagando todos». «Ahora lo que toca es apostar definitivamente por un modelo de crecimiento de ciudad compacta, revisar el Plan General de Ordenación Urbana y reforzar a las pedanías como auténticos centros urbanos, para que sus vecinos no se sientan ciudadanos de segunda por no vivir en el centro de Murcia, y aparcar las ocurrencias partidistas que benefician a unos pocos y perjudican a la mayoría».
