La formación logra que los nuevos contratados sean dados de alta en la Seguridad Social y tengan un plan de formación específico

Yecla, miércoles 12 de junio-. Ciudadanos ha visto ratificada por el Ayuntamiento de Yecla su propuesta para que los becarios contratados en el mismo fueran dados de alta en la Seguridad Social y contaran con planes de formación específicos. “Era una grave irregularidad que dejaba a los becarios en total indefensión y con sus derechos claramente vulnerados. Ahora se ha rectificado en la convocatoria de una beca para el Gabinete de Comunicación, pero exigimos que se aplique en el resto de becas, como las que se convocan cada año para la Casa de Cultura, en la que en la actualidad trabajan dos becarios sin dar de alta en la Seguridad Social. Desde la Administración tenemos que dar ejemplo y ser los primeros en velar por la legalidad”, afirma Antonio Puche, portavoz del grupo municipal Ciudadanos.

A juicio de Puche, “los becarios son auténticos sufridores, que desarrollan jornadas similares a los que disponen de un contrato laboral, pero no tienen derecho a paro, no cotizan a la Seguridad Social e incluso no poder trabajar en otro lugar debido a que su horario les hace tener una exclusividad encubierta, y todo esto por un sueldo de 600 euros”.

Por otro lado, Ciudadanos consideran positivo que se hayan realizado unos programas de formación para las becas del Gabinete de Comunicación y que no existían hasta la fecha: “Estaremos atentos para que la subsanación de estas anomalías se aplique, asimismo, en las futuras convocatorias de becas de la Casa de Cultura para los auxiliares de arqueología y para Los Torrejones”, explica Puche.

Para el portavoz de Ciudadanos, “es importante que nuestro Ayuntamiento haya entendido que las tareas de los becarios nunca pueden ser las de suplir las funciones de un trabajador con contrato laboral, ya que de realizarse las mismas tareas que otro empleado, dicha relación se convertiría en laboral”, añadiendo que “las tareas encomendadas a un becario deben de estar en consonancia con la finalidad de las becas, y si las tareas que se les ordena realizar integran las funciones propias de una categoría profesional, la relación entre las partes podría llegar a ser entendida como laboral”.

“Los contratos de formación -que impulsó la última reforma laboral del PP- han dado pie a que las empresas se aprovechen de los becarios, ya que permite que muchas empresas utilicen estos contratos para tener una plantilla a un coste bajo. Lo de pagar con formación termina siendo jauja, donde los estudiantes no tienen siquiera tutores visibles que los supervisen”, finaliza Puche.