Artículo de opinión de David Sánchez Hernández, responsable del grupo de trabajo de Universidades e Innovación en Ciudadanos Región de Murcia
Los ciudadanos siempre llevan las de perder en cualquier conflicto institucional, público o privado, y la realización de prácticas clínicas en los hospitales de la Región de Murcia no es una excepción. Una paz más o menos estable deriva en un problema por una mala planificación y gestión de los recursos existentes, una falta de previsión y en ocasiones, como ocurrió con el encargo a Jonás sobre Nínive, un desconocimiento del idioma de entendimiento entre las partes. Si a esto unimos una incapacidad de resolución del conflicto en ciernes, allí donde resulta más sencillo evitarlo, salpicado de dosis de ideologización y necesidad de primeras portadas, ¡bingo!, se genera un problema. Ciudadanos nació para dar soluciones a los problemas de los ciudadanos (vean nuestro programa electoral con 350 soluciones para España) y solucionar es sinónimo de remediar, lo que en muchas ocasiones es a su vez consecuencia de mediar.
Previa aprobación por las partes, la UMU y la UCAM, al contrario que otros, Ciudadanos aceptó actuar como mediador en un conflicto encarnado, estancado y judicializado y del que solo salen perdiendo los alumnos, nuestros hijos, los de todos. Nuestro partido defiende con pasión a la administración pública, pero no creemos que tenga que estar en discordia con la privada. Nos estamos sentando por tanto en aquellas mesas que convoca el Gobierno del Partido Popular en este tema, hablando con las partes, aportando diálogo y propuestas constructivas. Créanme cuando les digo que dar pequeños pasos en la dirección adecuada es la clave de una solución, y estos pasos se están dando. Esperamos que nuestra aportación ayude a desbloquear la situación y se obtenga la ansiada paz, pero estaremos vigilantes con el Partido Popular, el particular Jonás en este entuerto. Si a pesar de nuestra mano tendida y de los avances que se van produciendo gracias a nuestra intervención, el PP insiste en su incapacidad resolutiva, dejaremos nuestro papel de observador y tomaremos actitudes y medidas más activas, que las hay. Los ciudadanos no se merecen situaciones como la actual. Al observar como dos Universidades, recipientes del conocimiento y la sabiduría, se pelean como gallos en corral ante una administración incapaz y atenazada por su propio devenir, uno no puede más que pensar cómo podemos inculcar en nuestros hijos el dialogar, respetar y condenar la violencia física o verbal en Primaria o la ESO si nuestros adultos, nuestros profesores universitarios, no predican con el ejemplo.
Así pues, no debe haber ángeles ni demonios en este enfrentamiento, todos tienen parte de razón y ninguno la tiene completa, y esperamos que la mesa de seguimiento que Ciudadanos ha propuesto se constituya pronto, restableciendo el estado de paz previo. Me gustaría quedarme con las palabras que dichas o escritas por las partes no han sido titulares de periódicos, como el “buscamos la paz” con el que el Rector de la UMU cerró su intervención en la reciente inauguración del curso académico o el “compromiso irrenunciable … que garantice … la mejora de las relaciones humanas entre todos los miembros de la comunidad universitaria” que cualquiera puede leer en la página web de la UCAM, en el saludo de su Presidente. Si nos centramos en estas dos frases, no me cabe duda que se llegará a un acuerdo, no seremos Nínive. Os recuerdo que la Nínive de Jonás perdonada por Dios es la actual Mosul, en Irak, y no creo que necesite recordarle a nadie su trágica, real y nada divina situación actual, ya nos la imponen los telediarios todos los días.