La número dos del Ejecutivo regional se reúne con Proyecto Escan, una iniciativa murciana que permite a mujeres víctimas de la violencia de género recuperar sus vidas

Se trata de terapias asistidas con perros que devuelven la seguridad a mujeres y menores que han sufrido agresiones machistas

La vicepresidenta del Gobierno y también consejera de Mujer, Igualdad, LGTBi, Familias y Política Social, Isabel Franco, se ha reunido hoy con Enrique Cruz, responsable de la Asociación Proyecto Escan, una iniciativa que busca recuperar la vida de las mujeres y menores víctimas de violencia machista.

Según explicó la vicepresidenta, su consejería se propone aplicar políticas transversales en materia de prevención y atención a la violencia de género. De ahí la importancia de Proyecto Escan, una apuesta murciana que la número dos del Ejecutivo regional conoce desde su origen y que “consiste en prestar asistencia a mujeres víctimas de violencia machista a través de seres tan nobles como son los perros”, recalcó Isabel Franco.

Este encuentro, insistió la vicepresidenta, permitirá seguir avanzando en la línea y los proyectos de Escan y comenzar a marcar la diferencia en la gestión en torno a la violencia machista que su consejería quiere desarrollar desde el Gobierno regional. La iniciativa murciana se está exportando a otras comunidades autónomas. Proyecto Escan abarca una terapia integral de recuperación asistida con perros adiestrados que engloba aspectos de inserción laboral frente a la violencia económica, temas de voluntariado y trabajos en beneficio de la comunidad.

En la Región, Proyecto Escan cuenta con el apoyo del Gobierno regional y la toma de contacto con la vicepresidenta va encaminada a potenciar esa colaboración. Enrique Cruz apuntó que uno de los puntos fuertes de Proyecto Escan es que trabaja con el aspecto psicológico que ayuda a las mujeres víctimas de violencia machista a recuperar sus vidas, salir a la calle, trabajar, estudiar o ir al colegio, señaló.

El Proyecto Escan comienza con una selección tanto de la usuaria como del perro para que sean compatibles. Tras el refuerzo de terapias psicológicas con la víctima, se trabaja en el adiestramiento del perro para alcanzar un vínculo entre ambos y los menores del núcleo familiar, una vez que la mascota pasa a convivir con ellos. De esta forma, la mujer se siente mucho más segura y como resultado, recupera su vida. De hecho, Enrique destacó que nadie puede hacerse una idea de la diferencia de la vida que han vivido antes y después de tener el acompañamiento del perro.